La Ley de Responsabilidad de los Empleados Federales (FELA, por sus siglas en inglés) protege a las personas lesionadas mientras trabajan en los ferrocarriles de la nación. Abarca todas las lesiones relacionadas con el trabajo, ya sean derivadas de caídas, mal funcionamiento de los equipos, pérdida de audición debido a la exposición excesiva al ruido o contacto con sustancias peligrosas como el amianto o los humos de diésel.
Según FELA, el trabajador lesionado es elegible para daños y perjuicios si el ferrocarril fue negligente o culpable. La negligencia abarca el hecho de que el ferrocarril no proporcione la capacitación adecuada, mantenga un lugar de trabajo seguro y no suministre las herramientas y el equipo adecuados.
La compensación incluye salarios perdidos desde el momento de la lesión ferroviaria, ganancias futuras, gastos médicos y montos por dolor y sufrimiento. Si un trabajador ferroviario sucumbe a lesiones relacionadas con el trabajo, su cónyuge o familiares pueden solicitar una compensación.
Un trabajador ferroviario puede presentar un reclamo dentro de los tres años posteriores a la lesión ferroviaria. Sin embargo, es aconsejable buscar asistencia legal mucho antes de esta fecha límite, ya que el ferrocarril puede tratar de limitar los daños. Un abogado competente puede reunir pruebas, asesorar sobre declaraciones e informes, y ayudar a seleccionar un médico independiente de la elección del ferrocarril.
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