Terapia de reemplazo de nicotina (NRT, por sus siglas en inglés) para dejar de fumar
Consumo de tabaco: cómo tratar la adicción a la nicotina como una enfermedad
Años de datos demuestran inequívocamente los peligros del consumo de tabaco para la salud. El impacto de la nicotina en el cerebro y los signos de abstinencia de la nicotina subrayan la lucha que enfrentan los consumidores de tabaco para superar su adicción. Esto se evidencia por la variedad de opciones de terapia de reemplazo de nicotina (NRT) accesibles al público. Teniendo en cuenta la naturaleza recurrente de la adicción al tabaco y las alteraciones observables en el cerebro características de una afección médica a largo plazo, es lógico controlar la adicción a la nicotina de manera similar a otras enfermedades crónicas como el asma, la diabetes y la depresión.
Para los que fuman, la dificultad está en superar la adicción a la nicotina. Profundizando en el impacto de la nicotina en el cerebro, la NRT prolongada podría ser el factor decisivo entre permanecer sin fumar o ser un fumador perpetuo. Aunque la terapia farmacológica a largo plazo puede no ser la mejor solución, es una mejora sustancial de la salud en comparación con el consumo continuo de tabaco. Dadas las claras ventajas para la salud de abstenerse de fumar, ¿no sería más prudente controlar el consumo de tabaco a largo plazo y disminuir los efectos de las enfermedades relacionadas con el tabaco en una población que ya es vulnerable?
Nicotina y adicción: un patrón aprendido
Los estudios han demostrado las diversas formas en que la nicotina interactúa con el cerebro para producir múltiples efectos. Crucial para su cualidad adictiva es la activación de las vías de recompensa del cerebro (receptores de dopamina) por la nicotina. Esta respuesta es similar a la observada con la cocaína y se cree que es la raíz de la sensación placentera que experimentan muchos fumadores. Las características farmacocinéticas de la nicotina (el proceso a través del cual un fármaco es absorbido, distribuido, metabolizado y expulsado por el cuerpo) también aumentan su potencial de abuso. Fumar cigarrillos da como resultado una entrega rápida de nicotina al cerebro, con niveles máximos alcanzados dentro de los 10 segundos posteriores a la inhalación. Sin embargo, los efectos inmediatos de la nicotina y los sentimientos de recompensa que la acompañan se desvanecen rápidamente, lo que lleva al individuo a seguir fumando para mantener los efectos placenteros de la droga y evitar los síntomas de abstinencia.
Una creciente interpretación teórica de la conducta adictiva sugiere que la adicción es fundamentalmente irracional. El patrón de adicción emplea los mismos mecanismos que las recompensas naturales, pero las personas actúan de una manera subóptima (adicta) debido al impacto neurofarmacológico de la nicotina sobre la dopamina. Los seres humanos suelen infravalorar los beneficios a largo plazo de dejar de consumir sustancias en comparación con las consecuencias a corto plazo del consumo continuo de sustancias. Este es un ejemplo por excelencia de descuento hiperbólico. Sin embargo, el descuento hiperbólico podría no ser la razón principal por la que las personas quedan atrapadas en el ciclo del comportamiento adictivo. En cambio, la teoría TDRL (aprendizaje por refuerzo de diferencias temporales) propone que el efecto neurofarmacológico de drogas como la nicotina y la cocaína sobre las señales de dopamina impulsa al individuo al estado de adicción.
Tratamiento de la dependencia de la nicotina como enfermedad crónica
Las enfermedades relacionadas con el tabaquismo son la principal fuente de muertes evitables en los Estados Unidos. La exposición regular a la nicotina conduce a alteraciones observables en el cerebro, especialmente en el centro de "recompensa" mesolímbico. Estos cambios fisiológicos sugieren una condición de salud persistente. El cese de la ingesta constante de nicotina provoca cambios biológicos en el cerebro, lo que conduce a un "síndrome de abstinencia" en el usuario. Lamentablemente, muchos proveedores de seguros no incluyen el tratamiento para dejar de fumar en su cobertura o restringen la duración de la terapia cubierta. En el caso de las adicciones graves como la heroína, los medicamentos que se ha demostrado que previenen las recaídas (como la metadona) suelen estar cubiertos durante un período prolongado.
Beneficios de la medicación para dejar de fumar a largo plazo
Para algunos consumidores de tabaco, dejar de fumar es la tarea más sencilla. Su dependencia no es del tabaco en sí, sino de la nicotina que contiene. Las intervenciones farmacológicas, como los parches de nicotina, los inhaladores y la goma de mascar, pueden ayudar a los fumadores a superar las rutinas físicas del tabaquismo, pero estos métodos ofrecen una ayuda mínima para la adicción química a la nicotina. Entre los fumadores que logran dejar de fumar con NRT y mantenerse libres de humo durante un año, se estima que aproximadamente el 30% recae y vuelve a fumar.
Para algunas personas, el tratamiento farmacológico duradero es la clave para mantener un estilo de vida libre de humo en lugar de sucumbir a una adicción al tabaco de por vida. La prolongación de la duración del tratamiento de la TRN, la incorporación de terapia conductual adicional o la utilización de otras intervenciones médicas son significativamente más beneficiosas para el paciente que la alternativa: volver a fumar y arriesgarse a la aparición de enfermedades relacionadas con el tabaco. Las Pautas del Servicio de Salud Pública de los EE. UU. actualmente respaldan los cursos de tratamiento extendidos de NRT, según lo necesiten ciertos pacientes. Es evidente que existe una ventaja sustancial para la salud general de aquellos que dejan de fumar: las personas que utilizan la terapia de reemplazo de nicotina a largo plazo están expuestas a niveles reducidos de nicotina sin las 4,000 sustancias nocivas presentes en el humo del cigarrillo.
Las tasas de prevalencia y mortalidad ligadas al consumo de tabaco superan a las de cualquier otra enfermedad persistente. La salud de los consumidores de tabaco no solo mejora con terapias asequibles para dejar de fumar, sino que también ayuda a evadir los tratamientos más costosos para las enfermedades inducidas por el tabaco en el futuro. Mejorar la accesibilidad de estas terapias no solo aumentará las tasas de éxito de los fumadores actuales que intentan dejar de fumar, sino que también ofrecerá una opción para los fumadores que buscan una manera de liberarse de la adicción al tabaco.