Johnson & Johnson es una empresa popular con una participación de mercado que cualquier empresa envidiaría. Pero su reputación de productos de calidad disminuyó después de que Reuters publicara una investigación en la que J&J era muy consciente del asbesto en sus productos de talco, incluido el talco para bebés, durante muchas décadas. Innumerables demandas detallaron los trágicos efectos de la negligencia de J&J que la gerencia intentó encubrir durante décadas.
¿Una transacción legítima o eludir la responsabilidad?
Recientemente, J&J comenzó un intento de separar sus responsabilidades por talco para bebés del resto de su negocio. Trasladaron su responsabilidad por el amianto a una nueva empresa que luego se declaró en quiebra.
Hasta ahora, un juez de quiebras se ha puesto del lado de J&J en su plan propuesto, negando una solicitud de orden de restricción por parte de los abogados de los demandantes.
La medida de J&J proviene de la ley de “fusiones divisivas” de Texas, comúnmente utilizada para empresas con múltiples demandas relacionadas con la exposición al asbesto. Las empresas pueden dividirse en dos entidades y utilizar la segunda para declararse en quiebra y poner fin a los litigios. Esto se conoce infamemente como los “dos pasos de Texas”.
Incluso con la controversia, Johnson & Johnson todavía disfruta de un valor de mercado de más de 450 mil millones de dólares a pesar de que más de 30.000 demandantes demandaron a la compañía por sus supuestos productos inseguros.