La exposición al amianto a menudo está relacionada con el desarrollo de cáncer, particularmente mesotelioma. Sin embargo, también es causa de otra enfermedad, la asbestosis.
¿Cómo se contrae la asbestosis?
La asbestosis suele ser causada por un largo período de exposición al amianto. Cuando se inhalan fibras de amianto, pueden quedar atrapadas en el tejido pulmonar. Las fibras son afiladas, lo que significa que son difíciles de manejar para el cuerpo y pueden irritar los pulmones. Mientras se asientan en los pulmones, pueden crear inflamación y cicatrices.
¿Cuáles son los síntomas?
La asbestosis es un tipo de fibrosis pulmonar. Al igual que el mesotelioma, tiene un largo período de latencia, lo que significa que es posible que los síntomas no se desarrollen o aparezcan hasta 10 o 50 años después de la exposición al asbesto. Si estuvo expuesto al asbesto, estos son los síntomas de asbestosis que debe tener en cuenta:
- Presión arterial alta o hipertensión.
- Hinchazón del cuello o la cara
- Dificultad para tragar
- Respiración crujiente
- Dificultad para respirar
- Toser o escupir sangre
- Deformidades de los dedos, como dedos en palo.
- Pérdida de apetito y peso.
¿Cuáles son los tratamientos?
Si bien no existe cura para la asbestosis, existen opciones de tratamiento disponibles. Dependiendo del estado de la enfermedad, es posible que usted pueda probar ciertas opciones. Hable con su médico sobre sus opciones, incluidos estos tratamientos:
- Medicamentos: analgésicos, medicamentos para la tos, inhaladores, oxígeno, antibióticos.
- Cambios en el estilo de vida: menos actividad física, no fumar, cambios en la dieta
- Rehabilitación pulmonar: técnicas de respiración, rutinas de ejercicios, manejo del estrés.
- Tratamiento paliativo: cirugías no invasivas para controlar los síntomas.
- Trasplante de pulmón: normalmente para pacientes con asbestosis grave y otras afecciones.
Muchos signos de asbestosis son similares a los del mesotelioma y otras afecciones pulmonares. Si nota alguno de estos síntomas u otros problemas, busque siempre ayuda médica primero. Hablar con su médico rápidamente y hacerse la prueba significa que tendrá más posibilidades de recibir tratamiento antes.