Hoy, en nuestra última publicación en reconocimiento a la Semana de la Salud Masculina, analizamos la enfermedad relacionada con el asbesto: el mesotelioma testicular, el tipo más raro de mesotelioma. A principios de esta semana, hablamos sobre cómo el mesotelioma en general afecta a los hombres a un ritmo mucho mayor que a las mujeres.
Mesotelioma en general
El mesotelioma es un cáncer relacionado con el asbesto que se desarrolla en el delgado revestimiento que rodea los órganos del cuerpo, generalmente los pulmones. Las personas diagnosticadas con la enfermedad suelen tener más de 50 años, lo que no es sorprendente, ya que el mesotelioma puede tardar décadas después de la exposición al amianto en manifestarse en el cuerpo.
Según Mesothelioma Research News, alrededor del 70 por ciento de los casos de mesotelioma son pleurales, es decir, en la pleura, el revestimiento que rodea los pulmones. También puede manifestarse alrededor del abdomen, el corazón o los testículos.
Mesotelioma en el revestimiento de los testículos
Sólo en unos 100 casos documentados (el primero en 1957) se ha diagnosticado mesotelioma en el revestimiento que rodea los testículos. Este revestimiento se llama túnica vaginal testicular. Debido a la rareza de la enfermedad, la investigación y el conocimiento son escasos. A pesar de esto, es probable que un paciente con mesotelioma testicular tenga un pronóstico más optimista que alguien con otra variación de la enfermedad. La tasa de supervivencia media es de unos dos años, según Archives of Pathology & Laboratory Medicine.
Los síntomas que pueden indicar cáncer testicular incluyen:
- Hinchazón del escroto por líquido o tumores.
- Exceso de líquido en el escroto, llamado hidrocele
- Dolor y malestar testicular.
- Bultos o masas en los testículos.
El cáncer de testículo es una enfermedad muy agresiva que puede hacer metástasis a otras áreas del cuerpo. Desafortunadamente, algunos de los síntomas son similares a los de otras afecciones como la hernia, por lo que pueden diagnosticarse erróneamente. Las pruebas que pueden ayudar a diagnosticar la enfermedad incluyen análisis de sangre, biopsia, radiografías y ecografías.
Si se detecta a tiempo, la cirugía puede tener bastante éxito en el tratamiento de los síntomas y mejorar los resultados. Cuando se diagnostica en una etapa posterior, la quimioterapia y la radiación pueden ayudar a disminuir la gravedad de los síntomas.
Busque apoyo médico y legal
Cualquier persona que experimente los síntomas del cáncer testicular debe buscar atención médica de inmediato para obtener un diagnóstico y tratamiento tempranos. Consulte a un abogado lo antes posible si le diagnostican un diagnóstico para conocer sus opciones legales, como una posible demanda por exposición negligente o intencional al asbesto.