Mientras concluimos la Semana Nacional de Concientización sobre el Agua Subterránea, analizamos una sustancia química potencialmente cancerígena que puede filtrarse a las aguas subterráneas y a los suministros de agua desde viejos tanques de almacenamiento de gasolina con fugas (a nivel subterráneo y superficial) o desde roturas de tuberías: el éter metil terbutílico, conocido como MTBE. Se ha demostrado que este aditivo de gasolina ahora prohibido causa problemas en altas concentraciones en animales de laboratorio con daño a órganos, cáncer, problemas del sistema nervioso y posiblemente daño reproductivo.
Historia del MTBE
El MTBE se utilizó por primera vez en la gasolina para combatir el smog a finales de los años 1970 porque puede reducir emisiones peligrosas como el monóxido de carbono. A medida que surgieron problemas con el producto químico , los estados comenzaron a restringir su uso, hasta que en 2006 la ley federal eliminó su uso en la gasolina. Sin embargo, la gasolina vieja almacenada en tanques viejos aún puede filtrarse al medio ambiente y el MTBE permanece en agua contaminada porque no se biodegrada.
El MTBE también puede ingresar al medio acuático a través de motores individuales, como los de los barcos, o a través de emisiones. También puede ingresar al agua subterránea a través de la filtración del suelo.
La Sociedad Estadounidense del Cáncer explica que el MTBE, por su naturaleza, es un contaminante del agua particularmente problemático porque es relativamente soluble y se mueve rápidamente a través del agua subterránea, potencialmente a fuentes de agua comunitarias y privadas. El químico también puede contaminar el agua superficial.
Exposición humana
La exposición al MTBE puede ocurrir por inhalación de los vapores que se desprenden del agua contaminada al cocinar o lavar, a través de la piel o al beberla. El producto químico suele tener un sabor y un olor muy desagradables.
Las personas que ingieren MTBE o respiran sus vapores han experimentado una variedad de síntomas preocupantes:
- Jaquecas
- Irritación de las mucosas (ojos, nariz, garganta)
- Náuseas y vómitos
- Desorientación
Las opiniones de los expertos son variadas sobre si existe evidencia suficiente para concluir que el MTBE es un carcinógeno confirmado en humanos, pero los resultados en experimentos con animales son motivo de gran preocupación. Aún se están estudiando las ramificaciones a largo plazo de la exposición humana.
Ramificaciones legales
Debido a que el MTBE permanece en el agua una vez contaminada, las personas podrían seguir sufriendo daños durante años. Por ejemplo, a principios de 2017, funcionarios de Manorville Pine Barrens en Nueva York, cerca de los Hamptons, participaron en una difícil investigación en curso de pozos contaminados con MTBE a entre 40 y 90 pies bajo tierra, según Riverhead Local. La fuente aún no ha sido descubierta.
Brayton Purcell LLP representa a clientes expuestos injustamente a MTBE y otros químicos tóxicos en demandas por lesiones personales en todo el país.