Mantequilla de maní, melón, mangos: en el último año, se han producido importantes retiradas de productos para cada uno de estos artículos. Las enfermedades causadas por el consumo de estos productos alimenticios contaminados afectaron a personas en 19 estados, y las víctimas fueron predominantemente niños.
Lo que puede inquietar aún más a los californianos es que la situación no parece mejorar. El número de casos en los que una persona sufrió lesiones personales o incluso murió a causa de alimentos contaminados se disparó un 44 por ciento en un solo año.
Por decir lo menos, estas cifras son preocupantes. Según el Public Interest Research Group, cada año alrededor de 48 millones de personas consumen productos alimenticios contaminados y enferman. Un informe reciente de la organización indica que hubo 1.035 casos de enfermedades transmitidas por alimentos entre enero y septiembre de 2012. En 2011, la enfermedad de 718 personas estuvo relacionada con alimentos distribuidos en los Estados Unidos.
Aunque las cifras no lo sugieren, ha habido grandes esfuerzos gubernamentales para mejorar la seguridad alimentaria en los EE. UU. La Ley de Modernización de la Seguridad Alimentaria fue firmada por el presidente Obama en 2010. Esa ley dio a la Administración de Alimentos y Medicamentos más autoridad para tomar medidas enérgicas contra los negligentes. proveedores de alimentos.
Aun así, las cuestiones presupuestarias en el Congreso parecen haber retrasado la financiación de la FDA. La agencia no ha podido realizar las inspecciones necesarias de todos los alimentos importados que consumen los estadounidenses. Alrededor del 15 por ciento de todos los alimentos que consumen los estadounidenses son importados, y la FDA indicó que dos tercios de las verduras y frutas que consumen los estadounidenses provienen de otros países.
Independientemente de la política y del creciente número de enfermedades transmitidas por los alimentos, lo que les importa a las personas que han enfermado por un producto alimenticio peligroso es el camino hacia la recuperación. Sin embargo, con demasiada frecuencia los productores y distribuidores de alimentos, junto con sus recursos legales y compañías de seguros, intentarán eludir la responsabilidad, a veces incluso culpando al consumidor perjudicado. Los residentes de California que enfrentan este tipo de desafío harían bien en consultar con un abogado con experiencia en reclamos de responsabilidad por productos defectuosos.
Fuente: CNN, “Informe: Alimentos inseguros que ponen vidas en riesgo”, Todd Sperry, 25 de octubre de 2012