Las personas confían en los profesionales médicos para obtener un diagnóstico rápido y preciso para poder comenzar el tratamiento. Incluso si el curso del tratamiento consiste en gran medida en la reducción del dolor y los síntomas, un diagnóstico preciso es crucial. Desafortunadamente, el mesotelioma pleural a menudo se diagnostica erróneamente inicialmente, ya que comparte numerosos síntomas con otras afecciones.
Durante cientos de años, innumerables artículos de consumo y materiales de construcción dependieron del asbesto para mejorar las propiedades resistentes al calor y retardantes de llama de los distintos productos. Sin embargo, a medida que los productos comenzaron a descomponerse y deteriorarse, las fibras de asbesto quedaron suspendidas en el aire, listas para ser inhaladas o ingeridas por personas desprevenidas.
Debido a la similitud de muchos de los síntomas, el mesotelioma pleural a menudo se diagnostica erróneamente como:
- Enfisema
- Bronquitis
- Infeccion de pecho
- Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC)
- Cáncer de pulmón
- Adenocarcinoma
- Placas pleurales
Síntomas como dificultad para respirar, tos, sibilancias, fatiga, dolor en el pecho e infecciones pulmonares pueden llevar a los médicos por un camino de diagnóstico incorrecto.
Un factor crítico para llegar a un diagnóstico correcto es un historial preciso de la exposición del paciente al asbesto. Desafortunadamente, la exposición al asbesto no está ligada únicamente a las personas que han trabajado directamente con el material.
- Exposición primaria: esta es la frase que a menudo se reserva para las personas que estuvieron expuestas directamente al asbesto. Las ocupaciones en riesgo pueden incluir trabajadores de la construcción, mineros, trabajadores de fábricas, caldereros, mecánicos de automóviles, trabajadores de astilleros, trabajadores de refinerías y instaladores de tuberías. Es probable que los trabajadores en estas ocupaciones hayan inhalado fibras o ingerido asbesto durante el transcurso de su experiencia laboral.
- Exposición secundaria: También conocida como exposición doméstica o exposición familiar, la exposición secundaria se refiere a aquellas personas que estuvieron expuestas al asbesto a través del contacto con otra persona. Esta otra persona probablemente era un amigo cercano o un ser querido que estuvo expuesto al asbesto en el trabajo y salió del trabajo con ropa o fibras contaminadas todavía presentes en su cuerpo: debajo de las uñas, en el cabello o en la piel.
Si le preocupa que los síntomas que experimenta estén relacionados con una exposición pasada a fibras de asbesto , es aconsejable consultar a un profesional médico de confianza y a un abogado para obtener orientación legal.