Para la mayoría, un diagnóstico de mesotelioma representa una sentencia de muerte. A pesar de los avances médicos, la detección temprana es difícil hasta que la enfermedad se encuentra en una etapa avanzada donde el tratamiento médico es limitado.
Las búsquedas de una forma de acelerar la detección no han tenido mucho éxito, lo que ha llevado los estudios a una categoría más innovadora.
Investigadores de la Facultad de Medicina Osteopática de Lake Erie (LECOM) en Florida publicaron recientemente un estudio que puede ofrecer un rayo de esperanza. Los hallazgos del proyecto fueron sorprendentes, si no un poco poco ortodoxos. Los perros pueden detectar biomarcadores de cáncer específicos, lo que da la esperanza de que sea posible realizar una prueba de mesotelioma de venta libre.
No es de extrañar que el sentido del olfato de un perro sea mucho mayor que el de los humanos, hasta 10.000 veces mayor. Los investigadores utilizaron Beagles, proporcionados por una empresa de investigación y entrenamiento canino llamada BioScentDX, debido a que la raza tiene el sentido del olfato más sensible. El objetivo era ver si esa raza podía identificar muestras de suero sanguíneo de víctimas de cáncer de pulmón.
Durante casi dos meses, los Beagles estuvieron expuestos a múltiples botes a la vez que contenían sueros sanguíneos. Sólo uno procedía de un paciente con cáncer de pulmón. Los resultados fueron abrumadoramente positivos. Los perros detectaron con precisión las muestras de cáncer a una tasa del 96,7 por ciento, mientras que ignoraron los botes que no eran cancerosos el 97,5 por ciento de las veces.
Eso representó muchos regalos para los Beagles y, lo que es más importante, esperanza para las víctimas de mesotelioma y sus familiares.
El éxito del estudio ha llevado a un segundo proyecto en el que perros detectarían muestras de aliento. Los primeros resultados son prometedores.