En 1975, el gobernador Jerry Brown promulgó el “Boletín Técnico 117” (TB117), que exigía que los fabricantes de muebles utilizaran productos químicos retardantes de llama en los muebles tapizados vendidos en California. La práctica, cuyo objetivo era proteger a los consumidores de posibles incendios, en realidad estaba envenenando a quienes llevaban los productos a sus hogares. Se sabe que los retardantes de llama causan cáncer y problemas reproductivos.
Hoy en día, todavía se pueden encontrar retardantes de llama tóxicos en muebles y otros artículos del hogar. Éstos son sólo algunos de los productos venenosos:
Alfombra
Los cojines de alfombra de poliuretano adheridos representan más del 85% de los cojines de alfombra producidos en los Estados Unidos y contienen retardantes de llama.
Sofás
Si su sofá contiene espuma de poliuretano y tiene una etiqueta TB117, contiene productos químicos retardantes de llama. Muchos fabricantes de muebles están trabajando para eliminar las sustancias químicas tóxicas de sus productos.
Colchones
La próxima vez que se acueste para disfrutar de un sueño reparador, trate de no pensar en los químicos tóxicos en los que se relaja y respira. Incluso las almohadas pueden contener químicos peligrosos que causan cáncer.
Si le preocupa comprar muebles con retardantes de llama tóxicos, no está solo. Mire las etiquetas de su sofá, colchón y alfombra para determinar qué productos químicos se utilizaron en su fabricación y no dude en ponerse en contacto con las empresas para saber qué sustancias peligrosas se utilizan en sus productos.
Fuentes: Política de ciencia verde | KQED