La mayoría de los propietarios o inquilinos no se dan cuenta de la alarmante situación que enfrentó un residente de Nueva York el año pasado. Algún tiempo después de que su familia se mudara a una casa de alquiler en Long Island en mayo pasado, Andrew Sirico, padre de tres hijos, encontró algo bastante problemático en su patio trasero. Cuatro remolques llenos de escombros de construcción, incluido amianto que aparentemente llevaban años almacenados allí.
Este es un lugar en el que nadie esperaría encontrar asbesto, un material ignífugo comúnmente utilizado en la construcción de casas y edificios. Este peligroso mineral, cuando se inhala, también provoca mesotelioma, un tipo de cáncer que suele resultar mortal.
Almacenamiento inadecuado
En el asunto de Nueva York, se trata obviamente de un caso de almacenamiento inadecuado e ilegal de amianto. Los registros encontrados con los desechos revelaron que el asbesto provenía de sitios de construcción de la Autoridad de Transporte Metropolitano (MTA) en toda la ciudad de Nueva York en 2016.
El abogado del propietario dijo que sólo dos de los cuatro remolques contenían asbesto. La última vez que se informó, los funcionarios estatales estaban investigando si se había producido alguna violación. El dueño de la propiedad estaba cooperando con los reguladores.
Contrata a un profesional para la eliminación.
La persona promedio no debería intentar manipular, retirar o mover amianto. Aquí es cuando necesita que un profesional autorizado inspeccione su casa, evalúe la situación y tome medidas. Estos profesionales comprenden las pautas federales y estatales relacionadas con la remoción y eliminación de asbesto. Si intenta hacer el trabajo usted mismo, no sólo estará poniendo en riesgo su salud, sino que también podría enfrentar fuertes multas y sanciones.
Los materiales que contienen asbesto se deben humedecer antes de retirarlos. Esto evita que se acumule polvo. De lo contrario, las personas podrían inhalar las fibras flotantes, lo que podría provocar mesotelioma.
Es bueno saber que Sirico , el residente de Nueva York, tomó precauciones. Los remolques en su patio trasero no estaban asegurados, por lo que les colocó candados para garantizar que sus hijos no pudieran entrar, evitando cualquier exploración que pudiera tener consecuencias drásticas para la salud.