El amianto ha sido bien documentado como una sustancia peligrosa que ha dado lugar a innumerables diagnósticos de enfermedades respiratorias, siendo las más mortales la asbestosis y el mesotelioma. Los trabajadores de una variedad de industrias, incluidas la construcción, la minería y el ejército, han ejercido sus respectivos oficios en los lugares de trabajo, solo para ver sus carreras y vidas acortadas debido a la exposición continua.
Para quienes trabajan en otras industrias donde el asbesto no es un factor, la exposición se produjo desde la comodidad de sus propios hogares.
Peligros ocultos y potencialmente mortales
Las tareas y proyectos más simples podrían ponerlo en contacto directo con el amianto sin saberlo. Las fibras entran en contacto con la piel, la ropa y los artículos del hogar. Trágicamente, la exposición constante a lo largo de años, si no décadas, con síntomas que podrían aparecer décadas después representa una combinación mortal y catastrófica.
Desde desastres naturales hasta remodelación de una casa, productos que alguna vez estuvieron ocultos y que contienen asbesto se pueden desenterrar en viviendas residenciales. La manipulación o inhalación inadvertida de este material requiere medidas proactivas en forma de ropa y máscaras protectoras. Sin embargo, es posible que eso no sea suficiente para protegerlo a usted y a su familia.
El momento en que se detecta amianto exige una acción inmediata. Ponerse en contacto con una empresa de retirada de amianto es fundamental para proteger a quienes viven en la casa y a las personas que la han visitado. Además, programar una cita inmediata con un médico para pruebas y evaluaciones es el siguiente paso importante.
También es esencial informarse a usted mismo y a quienes viven en el hogar sobre los materiales que contienen asbesto. Los propietarios de casas antiguas construidas con ciertos productos no deben alterar nada en las viviendas sin haber realizado pruebas.
A pesar de decenas de miles de muertes debido a la exposición prolongada al asbesto, el uso legal en los Estados Unidos persiste, y un pequeño número de empresas todavía utilizan este material peligroso. Este actual problema doméstico del amianto todavía está buscando una solución.