Hemos discutido la lista en constante expansión de ocupaciones en riesgo. Parece como si un informe destacara periódicamente el peligro de la exposición al amianto en una nueva carrera. Desafortunadamente, un estudio reciente ha puesto una nueva ocupación directamente en el punto de mira de la concienciación sobre el mesotelioma. Peluquería.
Hace siglos se descubrió que el amianto, un material natural, contenía fuertes propiedades resistentes al calor y al fuego que eran valiosas tanto para los particulares como para las industrias. Desafortunadamente, pronto se descubrió que lo que muchos consideraban las “propiedades milagrosas” del asbesto tenían un precio. A medida que los productos se deterioraban, las fibras de amianto se volvían lo suficientemente pequeñas como para contaminar el cuerpo humano. La ingestión o inhalación de fibras de amianto podría provocar enfermedades devastadoras como mesotelioma, cáncer de pulmón, asbestosis y otras enfermedades mortales.
Los productos destinados a proteger a los usuarios del calor extremo (forros de freno de vehículos, techos, aislamiento) dependían del asbesto para proporcionar esta barrera. Lamentablemente, los peligros de productos no identificados anteriormente salen a la luz a un ritmo alarmante.
Secadoras de cabello.
Un estudio reciente examinó el caso de una mujer de Nueva York que trabajó como cosmetóloga y maquilladora de 1976 a 1992. El informe afirma que no era raro que ella trabajara jornadas de ocho a 14 horas, cuatro o cinco turnos por semana. Durante ese tiempo, supuestamente usó un secador de pelo como parte de sus tareas laborales, a una distancia de hasta dos pies de su cara.
Más tarde se descubrió que el secador de pelo había sido fabricado con fibras de amianto.
Según el artículo, se informaron 30 casos de peluqueros actuales o anteriores que desarrollaron mesotelioma entre 2000 y 2009. Es fundamental que actúe rápidamente, sin importar su ocupación, para garantizar que esté seguro en el trabajo y que sus seres queridos no sufran. exposición mortal. Discuta sus inquietudes con profesionales médicos y legales de confianza.